Mi fiel compañera de estudios

Durante estos largos meses de estudio, mi única distracción eran las palomas que veía desde mi habitación, podía observarlas sentada en mi silla, mientras estudiaba. 

Un día, una de ellas se acercó cautelosa a mi ventana, me sorprendió que no se fuera cuando alcé la cabeza al notar su presencia. Parecía que me miraba, abría y cerraba los ojos asomándose por el cristal. Para no asustarla, no me quise levantar en busca de la cámara de fotos, así que cogí lo que más cerca tenía, mi móvil. Muy despacito, lo más lento que pude, acerqué mi mano a la ventana. 
¿Qué pensáis que pasó? Pues no, no se fue volando, eso fue lo que pensé yo en aquel momento, “esta paloma se irá volando y me quedo sin mi fotito”. Pude hacer varias fotos, desde diferentes ángulos. La mejor de todas os la traigo hasta el blog, para que podáis conocer a mi pequeña compañera de estudios. 
Hace días que no se acerca a mi ventana, creo que sabe que ya he terminado de estudiar la asignatura más difícil y no necesito que me de suerte. Pero todavía me queda un examen, espero que vuelva algún día de estos a hacerme compañía.